Este mes tuvimos la gran suerte de recibir la visita del monje zen y maestro de té Wu De (nacido Aaron Fisher), autor de libros de té como The Way of Tea, Zen and Tea One Flavor, Tea Wisdom y el nuevo título que traía bajo el brazo, Tea Medicine.
Para los clientes del Čaj Chai, fue una gran oportunidad para conocer al maestro en persona y hacer talleres con el. Para muchos fue una experiencia super-emocionante, cambiando su percepción del té de arriba abajo! Disfruté un montón viendo como la gente salía de los talleres con los rostros cambiados, más suaves y iluminadas, habiendo dado cuenta que en el té habían descubierto que tenían un nuevo aliado en sus vidas! No es que el té fuera nuevo para ellos, pero el hecho de conocer un monje del té les abría la puerta a querer invitar al té en sus vidas de una manera más personal y espiritual.
Todos los que atendieron a los talleres aprendieron muchas cosas sobre el té, su potencial, Cha Dao y sobre nosotros mismos como especie humana y como individuos… y también salieron habiendo aprendido cosas que seguramente no esperaban aprender! Los talleres con Wu De eran encuentros divertidos, graciosos, amorosos, acompañados de tes ecológicos de la más alta calidad, tés añejos que eramos afortunadísimos en disfrutar preparados con su maestría en la ceremonia de té gong fu y llenos de la sabiduría que trae una vida al servicio del té. Para la comunidad de Global Tea Hut y los que ya conocían Wu De a través de sus libros y revistas, fue una ocasión muy esperada para poder conocerle al fin y tomar una taza de té con el!
Para mí esta primera visita de Wu De a España fue un sueño realizado, después de mucho tiempo de preparación y planificación, por fin pasar tiempo con mi amigo, difundir nuestra tradición de té y su cultura y también para llamar la atención sobre sus fascinantes proyectos donde por supuesto Čaj Chai forma parte: el templo de té “Tea Sage Hut”, la comunidad internacional de amantes del té y el camino del té Cha Dao “Global Tea Hut” y recaudar dinero para la creación de una nueva escuela de té gratuita en “Light Meets Light” a través de la venta de sus cuadros, y los 3 increíbles tés que prensaron este año para ayudar a recaudar fondos a base de donaciones (incluyendo un té hecho con hojas de un árbol de 1500 años!). Doy gracias a todos los que han asistido a los talleres, viniendo de todo el mundo para compartir en la ocasión y contribuir a su éxito. Sin vosotros no hubiera sido posible y habéis garantizado que volvamos a repetir la experiencia en el futuro!
Ahora que Wu De se ha marchado tomo el tiempo para recapacitar sobre estas últimas 3 semanas y compartir la experiencia.
Dividimos los talleres de manera que empezamos con talleres de té desde una punta de vista espiritual… como monje de Zen y Té estas eran los talleres favoritas de Wu De, su especialidad personal, donde nos explicaba que significa vivir una vida de té y cómo funcionan los 5 elementos de la medicina china en la preparación del té. Ambos talleres estuvieron cargadas de historias, dichos, parábolas, metáforas ingeniosas y mucho bowl tea, para que terminamos de entender la alquimia especial que existe en el mundo del té y en su relación con nuestro cuerpo y mente.
Después de esa primera fin de semana viajamos a Francia para impartir 3 días de talleres y ceremonias de té en Niza. Pero antes de llegar a Niza, pasamos noche en la ciudad del Conde de Monte Cristo, Marsella. Allí pasó una cosa muy bonita:
Acabamos de llegar, aparcar el coche y salir inmediatamente en busca de un restaurante vegetariano para comer que eran las 18horas y aún no habíamos comido. Poco a poco nos íbamos dando cuenta que a esa hora iba a ser difícil de encontrar un buen lugar abierto para comer, seguido por enterarnos en una gran tienda de alimentación vegetariana que no existía ningún restaurante vegetariano en Marsella. Seguimos caminando en busca de un buen lugar, rechazando la poca oferta que veíamos por el camino porque su calidad no nos inspiraba confianza, al menos a mí. Pasado un rato Wu De me paró y me dijo:
“Estamos haciendo esto todo mal. Estamos buscando un buen lugar para comer a malas horas, en una ciudad que desconocemos totalmente y sin hablar su idioma. ¿Pues, cómo pretendemos encontrarlo usando la mente? ¡Tenemos que sentirlo! Ahora, siéntelo y díme donde hay que caminar”.
Me descojoné un poco, siguiendo su lógica y dando cuenta de lo absurdo que era que pretendiéramos buscar un restaurando usando la cabeza… pero me sentí inseguro sobre mi capacidad de navegarnos usando mi intuición y comencé sin creermelo del todo:
“Pues por allá…”
En cada cruce me volvía a preguntar donde teníamos que girar. Yo esperaba un momento para sentirlo y apuntaba en alguna dirección “por allá”. Íbamos caminando quien sabe donde, siguiendo una intuición meditada y sentida pero yo no tenía nada claro que íbamos a encontrar nada así! No exagero cuando digo que sólo hizo falta decir por allá 4 veces y al girar la esquina supe de inmediato que habíamos llegado a nuestro destino:
“¡Mira! “Restaurante Tunecino” ¡Seguro que hacen un buen cous-cous vegetariano!”
Acercamos un poco más y apreciamos un escaparate lleno de dulces árabes caseros. Entramos convencidos… aunque no habían clientes. Era un negocio familiar donde en horas bajas aprovechaban para reparar una silla o reponer una bandeja de pastelería artesanal recién salida del horno. Preguntamos si nos servirían comida y por supuesto… una familia tunecina jamás rechazaría servir comida en su casa y esta restaurante seguramente también era su casa. El té con menta no tardó en salir. De la misma manera que ellos jamás rechazarían servir comida, un hombre de té jamás rechazaría una taza de té por mucho azúcar que tuviera… sabía riquísimo! Habíamos encontrado nuestro lugar y a Wu De le hacía especial ilusión porque en Taiwan no es posible encontrar cocina tunecina… y porque quizá ni en Túnez hubiéramos encontrado un sitio más autentico. No os seguiré contando lo rico que era lo que nos sirvieron, ni las veces que repetimos platos, aquello era la gloria y la experiencia me enseñó algo muy valioso…
No estoy escuchando mi intuición todo lo que debiera, tengo hábito de usar la cabeza aún cuando no tiene sentido. Me paso el día pensando y controlando, organizando y cumpliendo, mi día esta lleno de rutinas y obligaciones y dejo muy poco lugar en mi día para dar bienvenida a lo inesperado. Me había olvidado de la sensación de dejarme guiar por la intuición… Siguiendo la espontaneidad de la intuición abrimos lugar a grandes sorpresas!
De vuelta a Barcelona comenzamos un retiro de fin de semana de Té y Zen. El lugar que escogimos para el retiro, el InOut Hostel en el Parque Collserola, un proyecto social no lucrativo encajó perfectamente con el espíritu del té que se comparte en Global Tea Hut que también es un proyecto sin ánimo de lucro.
Sin duda, este retiro fue el plato fuerte de su visita… una ocasión única donde gente vino de todo el mundo para participar, pues eramos 14 personas de 10 países diferentes, incluyendo varios miembros de Global Tea Hut que aún no se conocían y que todos recordaremos para siempre. Pasamos el fin de semana meditando, tomando grandes tés en boles y charlando sobre el famoso dicho: “El té y el zen tienen el mismo sabor”.
El fin de semana estuvo lleno de muchos momentos memorables, emocionantes, profundos y divertidos, de nuevas amistades formándose y amistades más maduras cogiendo más fuerza. También hubo una gran sorpresa que merece la pena contarlo, ya que me sirvió de lección de manera muy parecida a cuando encontramos el restaurante en Marsella.
Ocurrió justo al llegar al hostal mientras estábamos vaciando el coche y preparando la sala. Dos chicas estaban en la sala de recepción viendo como nos organizábamos y pasado un buen rato nos preguntaron lo que estábamos haciendo. Les explique que íbamos a comenzar un retiro de fin de semana de Té y Zen y que podían apuntarse sí querían. Una de ellas estaba muy interesada desde el primer momento, la otra mucho más escéptica. Curiosamente la primera estudiaba medicina china y la segunda estudiaba las propiedades de plantas salvajes en su país. Me pareció demasiada increíble la coincidencia! Estábamos a punto de comenzar un retiro enraizado en los 5 elementos de la medicina china y el poder curativo de la camelia sinensis! Les expliqué un poco más acerca de las enseñanzas y lo que podrían esperar del retiro y por suerte la segunda chica no tardó en ponerse de acuerdo con su amiga, decidiendo probarlo sin compromiso… Por suerte, porque ese fin de semana acabaría cambiándoles la vida! Acabaron de pasar varios días en el centro de Barcelona y habían parado en el Collserola para descansar pero sin plan de lo que iban a hacer allí. No tardaron en entender que habían llegado allí para atender el retiro, sólo que eran extranjeras y no tenían ni idea de lo que iban a encontrar en ese hostal cuando lo eligieron!
Y otra vez más me quedé impactado por el poder de lo inesperado cuando dejamos lugar para ello, la importancia de darnos un poco de tiempo libre para que el destino nos pueda sorprender.
En el té decimos que lo que le da su función o utilidad a cada uno de los elementos que usamos es su vacío. El hecho de que una tetera, taza o bol esté vacío es lo que le permite llenarse y servir su función. Incluso la mente del preparador de té debe estar vacío, funcionando como un medio entre el fuego, agua, tetera y las tazas de los invitados. Y el bebedor también se beneficia cuando bebe el té con la mente vacía. De igual manera, si una mente esta llena no puede aprender nada, si pensamos que lo sabemos todo, no dejamos lugar para aprender nada nuevo. O como dice Wu De, si compramos un cuadro precioso, un cuadro increíble que nos puede cambiar la vida el hecho de poder contemplarlo cada día en nuestra casa, pero cuando llegamos a casa encontramos que no hay lugar en las paredes: ¿para que sirve aquel cuadro?
Al terminar el retiro tomamos unos días de descanso para luego retomar las sesiones con una reunión Global Tea Hut y una serie de ceremonias de té gong fu muy conmovedores antes de acabar con una fin de semana de jornada intensiva de talleres de té más “lineales” en palabras de Wu De: talleres sobre el té puerh, el té envejecido, las montañas de Yunnan y el té oolong de WuYi.
En total 3 semanas llenas de actividad y aprendizaje con el maestro Wu De, un éxito retundo con muchas vidas impactadas por lo que descubrieron en esos días. Me siento sumamente feliz de que tanta gente haya disfrutado tanto de los talleres que hicimos en Barcelona y Niza.
Gracias a todos por participar y hacer realidad este sueño!
(fotos cortesía de Jasper Hermans y Antonio Moreno)